Escribo esta entrada en la oficina, aqui en Londres, mientras a mi alrededor se organiza un botellon. En la propia oficina, de hecho. Bacanal romana como pocas, en la que es la propia empresa la que paga todo, entendiendo bien lo del 'work hard, party hard' de mi amigo Sebas pero tambien (dispulpas por las tildes) fijando una delgada linea roja que al menos a mi mi me obliga a reflexionar: hacia donde vamos? Que tipo de relacion humana se construye a la sombra de una botella y de un portatil? Y sera por el adocenamiento colectivo al que estamos sometidos, o sera quiza por algun otro motivo que me cuesta discernir, pero lo cierto es que me gusta, me place.
Me excita. Todo esto a colacion del ultimo libro que he leido, American Dream, de Mailer, ya que no deja de ser esto algo muy distinto del tipico concepto de sue;o americano, al menos el que nos cuentan en las peliculas y que, ciertamente, es el canon a batir. Da igual que hayas estudiado en un colegio publico, hayas ido a una universidad publica y que tu familia llegue a fin de mes como buenamente pueda. Si quieres, puedes. Toma colacao, echale dos cucharadas de azucar al cafe y comprate un seguro a todo riesgo. O quiza no?
Ese "quiza no" es el que Mailer, de forma subyacente, ataca en la novela. Porque el protagonista no debiera tener motivo de queja: es la encarnacion del Sue;o en su maxima expresion. Casado con la hija de un poderoso (y mafioso) multimillonario, heroe de guerra, ex congresista y reputado presentador de television, profesor universitario y unos cuantos galones mas. Y aun asi, la luna le llama. La luna le susurra, le tararea, le mece y le entona canciones que no debiera escuchar, pero que obviamente tampoco puede obviar. Quien puede? La luna no es un compa;ero de baile al uso, sabe como engatusarte. Y lo mas definitivo de todo: sabes que no miente. Asi que cuando la luna le pide que mate a su mujer... el resto es historia.
Ciertamente hay aspectos de la novela que me han gustado y otros que no tanto. El estilo es muy directo, y muy americano. Recuerda por momentos a un a;ejo capitulo de Colombo. Y el ingles en el que esta escrita es muy americano tambien, por momentos me costaba seguir los zigzagueantes dialogos que, en mi opinion, son lo mejor del libro en cuanto a estilo y sin embargo lo peor en cuanto a que rompen con la trascendencia que ba;a las reflexiones del prota. Resultan por momento como una terapia de choque, en la que la melodia trascendente de Mozart y los acordes machacones de ACDC se interpolan cada cinco minutos. Yo siempre fui de ACDC, claro. No te mientas, tu tambien.
El personaje es de aquellos que se dejan odiar. No se dejan querer, se dejan odiar. Lo cual es mucho mas dificil porque, a diferencia de lo que suele suceder en el cine o en las novelas de Dan Brown, el protagonista no tiene por que ser una bellisima persona. Basta con que sea interesante. Tanatos o Eros, que mas da: son los latidos, estupido!
Mailer es un poco brutote tambien. A veces tirando a cafre. Sobre todo cuando su personaje se refiere a los negros, y, mas aun, cuando mantiene relaciones sexuales. Trata a las mujeres, a todas y a cada una de ellas, como mejos objetos, cosas, con los que disfrutar a su antojo. Sin ser consciente de ello, claro: es el trapo humedo con el que saca del horno sus miserias sin quemarse, o lo que es lo mismo, sin pegarse un tiro. Dulce castigo.
Y hasta aqui, que me reclaman para jugar al billar. Eso si, que me dejen decir, a modo de coda, que lo cierto es que ardo en ganas de leer algo mas del autor. En teoria, esta es una obra menor, lo cual me hace pensar hasta que punto sera este virtuosos capaz de jugar con el lenguaje en otras novelas. Eso sera otra entrada del blog, no obstante.
Hello world!
Hace 3 meses