Esto va de los libros que leo, de los que me gustan y también de los que no.

jueves, 8 de enero de 2009

Alter Dark, Haruki Murakami

Haruki Murakami es un crack. O como he leído por ahí, el nuevo Kafka del siglo XXI, así, por la patilla, sin exagerar ni un pelo. Tras haber literalmente devorado algunos de sus clásicos (Kafka en la Orilla, Tokio Blues o Crónica del Pájaro que da cuerda al mundo), me he lanzado recientemente a por algunos ligeramente menos conocidos.

El primero de ellos ha sido Alter Dark.

Mi impresión: muy bueno, aunque no tanto como los otros tres (para mi, a cual mas genial). Se trata de un relato razonablemente corto (unas doscientas paginas) hilado en torno al transcurrir de una noche una adolescente japonesa y sus circunstancias, conformando estas últimas su hermana, sumida en un extraño sueño perenne, un antiguo compañero de clase que ensaya en un local por las noches con su saxo, o las peripecias que tienen lugar en un burdel o en la oficina de uno de sus clientes. Todo ello muy al estilo Murakami, esto es, hilando tranquilamente algo muy sencillo, con unos personajes muy sinceros, tanto en si mismos como en la forma en que son construidos, y todo aderezado con unas cuantas situaciones inverosímiles que sin embargo, cosas de la vida y de la forma que son contadas, parecen lo mas natural del mundo, cosa de salir de casa, comprar el pan y recoger el cambio.

La estructura es bastante sencilla: en cada capitulo se narra, según va a avanzando la noche de forma progresiva, los distintos acontecimientos que transcurren en la misma desde el punto de vista de un personaje distinto. Se trata por tanto de una estructura similar a la de Kafka en la Orilla, aunque en lugar de ser una narración llamemos bipolar (nos ponemos en modo snob, parece) que converge en el ultimo capítulo, lo que aquí tenemos es mas bien una descripción circular de una noche en la que, desde la perspectiva de distintos personajes, una situación en penumbra poco a poco va apartando ramas y hojas, dejando pasar la luz y cobrando sentido según el lector de turno decide que merece la pena pasar una página más.

Lo mejor del libro, a mi humilde entender, es el primer capitulo y todos los momentos que pasan la protagonista y el aprendiz de músico juntos. Los diálogos son sencillamente irrepetibles, llamando la atención cómo con cuatro pinceladas se puede esbozar de forma nítida el tono que define ese pequeño trozo de lienzo que es cada personaje. Como siempre en Murakami, la tensión sexual (sí, sexual, guarrete) es patente en todo momento y, aunque para variar en este libro no hay ninguna relación sexual (llámese polvo, llámese hacer el amor) de esas tan explicitas que le caracterizan la sensacion de que algo intenso esta teniendo lugar entre los dos chavales es patente en todo momento. Tampoco hace acto de presencia ningún suicidio, otra de los clásicos del autor y de, por que no decirlo, la cultura japonesa en su conjunto.

Por contra, los capítulos en los que la perspectiva analizada es la de la hermana en coma son los menos interesantes en mi opinión, y, aunque Murakami trata de dotarlos de una aureola de misterio y de cierta oscuridad, susto susto, lo cierto es que no lo consigue. Lo único que logra es interrumpir una historia que por otro lado es lo suficientemente interesante por sí sola como para necesitar de toda la metafísica que rodea a la hermanita de marras. Aunque claro, sin un poquito de misterio, elementos sobrenaturales o enfermedades exóticas, Murakami no seria Murakami, ¿no?

Respecto a la traducción, y a diferencia que la mayoría de las otras entradas en el blog, en este caso la obra original esta escrita en japonés y, por tanto cabe comparar las traducciones al castellano que he leído con anterioridad de sus otras obras y ésta al ingles. Definitivamente me quedo con el traductor castellano/español (seamos políticamente correctos y, válgame Dios, correctas), no se por que me da la impresión de que el estilo cortante de Murakami llama mas la atención, por definirlo de una forma un tanto burda, al ser traducido en una lengua de natural fluido y constante, como es el español, que cuando lo encontramos en una lengua más bien cortante como es el inglés. En cualquier caso, lo cortés no impide lo valiente, y estoy convencido de que se puede disfrutar a la perfección en cualquiera de sus dos versiones. Como si la lee usted en gallego, vamos.

Resumiendo, un libro sin lógica ninguna, aunque con algo mas de lógica que otros del autor (salvo Tokyo Blues). Y, de nuevo, es precisamente en esa carencia de lógica o sentido común donde radica su encanto. No lo recomiendo como primera aproximación al autor, ya que creo que cualquiera de los tres que enuncio al principio de la entrada son mejores obras y, desde luego, mas apetitosas. Pero si sois un fan de novelas mitad surrealistas mitad “realismo mágico” (signifique lo que signifique), y si agotasteis la, por otro lado breve, obra de Kafka ya, probablemente este libro os haga pasar un muy buen rato. A mi, desde luego, me lo hizo pasar.

1 comentario:

Vaquero dijo...

Pues me lo regalo @makotogim por mi cumple y la verdad que me lo leí en un periquete! se lee muy fácil, aunque estoy de acuerdo en que las partes q tratan de la hermana son más espesas (por lo menos para mi...)
por cierto...creo que en un momento del libro, cuando llega el "oficinista" a casa y pone la tele, sale una noticia de una madre que se suicida con sus dos hijos en un coche...
Pues eso, que me ha gustado, y eso es bastante raro, ya que a mi me sacas de Frederick Forsyth y me pierdo...