Esto va de los libros que leo, de los que me gustan y también de los que no.

viernes, 27 de marzo de 2009

Leviathan, Paul Auster

Paul Auster rara vez defrauda, al menos en mi opinión. Y eso que mi opinión no es la del típico seguidor de Auster, que considera Trilogía de Nueva York una obra maestra y menosprecia Brooklyn Follies por simple. De hecho, mi novela favorita del autor es esta última, y su supuesta obra magna me aburrió y me pareció ciertamente pretenciosa. Leviathan se acerca más a la primera en cronología (data de 1992), y más a la segunda en espíritu.

En cualquier caso, todo lo que he leído suyo desde entonces no me ha dejado indiferente, y Leviathan se ciñe al cien por cien a esa tónica. El argumento se rige por un recorrido por la vida de un escritor que evoluciona desde la simple excentricidad que caracteriza al artista común hacia unas tendencias paranoicas que le terminan convirtiendo en algo completamente distinto, hasta el límite de finiquitar, de forma literal, su ajetreada vida (no desvelo nada del libro, que no cunda el pánico - el protagonista muere en la página dos). Hablar más del argumento tendería a destrozar una obra que por otro lado no es especialmente conocida. Así que hasta aquí puedo leer.

Todo ello visto no en primera persona, sino desde la perspectiva de su mejor amigo, también escritor, de tal forma que el relato es en cierta moda una autobiografía de ambos personajes, discurriendo las experiencias, personas y personajes comunes de ambos de forma paralela en ocasiones y entremezclándose en una espiral en otras. Como casi siempre en este tipo de novelas que parten de personajes sin excesivo brillo que sin embargo son llevados a situaciones y vidas excepcionales, una serie de inesperados acontecimientos, puntuales pero radicalmente definitivos, alteran su vida de forma trascendental, y con ello convierten la experiencia de leer el libro en algo distinto y atractivo para el lector. Me gusta esta forma de elaborar una historia, tan propia de autores como Auster o Mc Ewan.

Otro elemento que me interesa del libro, y del que también es partícipe buena parte de la obra del autor, es su forma de acercarnos a personajes especialmente cultos, de clase media acomodada en muchas de las ocasiones, y con vidas tan bohemias y distintas de las nuestras, sin que se experimente por parte del lector ningún choque o chirrío. Y es que personajes como los descritos en Leviathan son probablemente muy habituales en el entorno de Auster, en sus tertulias y cenas, en sus grupos de amigos y compañeros de profesión. Pero ciertamente no lo son en el mío, y probablemente tampoco en el tuyo. Es por eso que permitir que uno se sienta cómodo y nada desplazado leyendo sus peripecias me parece una pequeña pieza de orfebrería no al alcance de cualquiera. La credibilidad de los personajes y de sus reacciones es para mí el punto fuerte del libro.

Por lo demás, el estilo de Auster, como es habitual, es exquisito y eficiente a la vez. No se recarga, ni se hace complicado de leer, sin caer en el simplismo de Dan Brown o de cierta novela de vampiros de cuyo nombre ciertamente no quiero acordarme. Nada que decir al respecto que no se haya dicho ya en tantos otros sitios, en cualquier caso.

En definitiva, un buen libro. Probablemente no una obra maestra, y seguramente no el mejor del autor. Me gustaron más Brooklyn Follies o The Book of Illusions, ciertamente. Lo cual no lo hace menos recomendable, claro.

1 comentario:

makotogim dijo...

Carling, la verdad que al final tendré que leer algo de este hombre. No se porque siempre lo he tenido un poco de lado, aburrido de oir hablar de él por todos lados. Supongo que me gustará.
Es un placer leerte. Porque no te planteas escribir algo tu mismo??