Sí, ya lo sé, este blog parece un monográfico de dos autores: Cormac McCarthy y Nick Hornby (y Murakami, por el que me últimamente también estoy apostando fuerte). Qué le vamos a hacer, si quedamos en que iba a escribir sobre los libros que leyese, y me ha dado ahora por leer estos, tampoco vamos a andar mintiendo a estas edades, ¿no?
Al grano. Slam, la ultima novela de Hornby, por favor no confundir la mas reciente en las librerías en España, que es “Un Gran Chico” (“About a boy”, en realidad, y por la canción “About a girl” de Nirvana, creo yo, pero ya sabemos cómo son los chicos de Anagrama) y que acabo de leer y que será próxima entrada. Slam no ha sido traducido aún, que yo sepa.
El caso es que en el Reino Unido h a sido anunciada como la primera novela para “jovenes adultos” del autor. Lo cual da a priori cierto pánico, pensé yo cuando la compré… aunque claro, el 3X2 del Waterstones es lo que tiene, que no siempre se acaba llevando uno a casa lo que mejor pinta tiene, sino lo que le regalan. Viva la cultura y el gusto exquisito, que diría aquel.
Falsa alarma, en cualquier caso. Se trata de otro libro muy, muy entretenido, y lo de novela para “jóvenes adultos” puede perfectamente ser interpretado como “novela protagonizada por jóvenes adultos, pero no necesariamente escrita para ellos”. O algo parecido. El argumento, a grandes rasgos, es el siguiente: un adolescente cuya única pasión real es el monopatín conoce a su primera novia y, por el mismo precio, la deja embarazada. Resultado de lo cual la cosa se complica, claro, porque si las cosas no se complicasen, no tendríamos un libro de doscientas paginas. O tendríamos un libro de doscientas páginas que seria infinitamente aburrido, lo cual seria incluso mucho peor que no tenerlo. Véase desde el punto de vista que se vea, el caso es que bajo una premisa tan sencilla, más propia de una película de Antena 3 un sábado por la tarde que de una obra de arte, el autor se acerca mucho más a ésta que a aquella.
¿Cómo lo hace? Fácil, repitiendo los mismos patrones a los que ya nos tiene ya sobradamente acostumbrados: personajes chispeantes, relato en primera persona por parte del protagonista principal, el norte de Londres como telón de fondo (los hechos discurren en un barrio que prácticamente linda con el mío), y, sobre todo, unos diálogos repletos de frescura e ingenio.
Tampoco nos vayamos a confundir, comparado con las dos entradas en el blog del mismo autor este es el más flojo de los tres. No el peor por mucha diferencia, pero el peor al fin y al cabo. Los motivos, fundamentalmente dos: primero, que al focalizarse en el mundo adolescente y en personajes tan adolescentes, las píldoras de cultura contemporánea que tanto le gusta a Hornby difuminar (mísica pop, cine, fútbol, etc etc) quedan de alguna forma un poco edulcoradas y pierden sentido y contexto. Y segundo, que la faceta sobrenatural en forma de viajes en el tiempo o de Tony Hawks hablando al protagonista desde un póster, pues la verdad, para que nos vamos a engañar: en un libro como este no pegan ni con cola y podrían haber sido evitadas sin problema alguno. Vamos, que nadie es perfecto, ni siquiera el vecino Nick.
Respecto al estilo y a potenciales (y aun inexistentes) traducciones al castellano, pues coge usted, se va a la anterior entrada del autor, y se copia y pega lo que allí ponga, porque aplica a la perfección. Hornby no es un autor que innove maravillas en cada libro, ni muchísimo menos (de hecho, la feliz idea de meter un poco de ciencia ficción o surrealismo en forma de skater en este le sale por la culata), y que siga así muchos años, porque de autores innovadores y mediocres está el mundo lleno.
Sólo una cosa más. Me resulta muy curioso que en todos los libros del autor haya alguna mujer que defina tanto los actos como la personalidad del protagonista principal. Sea su mujer, su novia, o, en este caso, su madre. Aunque en ocasiones pueda parecer que el autor sea algo misógino en sus personajes, mi opinión es que todo lo contrario, ya que lo que creo que hace en todo momento habla de lo que conoce bien, que es a sí mismo, porque hablando de lo que conoce bien escribe textos mas interesantes y, por tanto, mejores, y vende más y se forra. Lo cual no impide bajo ningún concepto que transmita la forma en la que sus personajes (y, de nuevo, él mismo) se relacionan con las mujeres importantes en su vida, para lo cual dota de notable relevancia a estos “segundos protagonistas”. Resumiendo, que el personaje de la madre es clave en el discurrir de la novela, definiendo al adolescente por la forma en la que se relaciona con él, que creo que estoy algo espeso. De hecho, empiezo a pensar que aquí lo propio sería buscar por internet cuatro o cinco criticas y fusilar algo sobre la trascendencia del autor y la psicologia del mismo y cuatro paparruchas del estilo, a ver si así subimos un poquito el ranking en google. Pero como tengo cosas ligeramente más interesantes que hacer (de hecho, tengo cosas mas interesantes que hacer que escribir la entrada tal cual esta), pues casi que no.
Buenas tardes.